La pelota; la doncella, la pecosa.
España sigue asombrando al mundo; dicen en ESPM, el mayor canal de deportes en EEUU. Estoy en Los Ángeles, California. Buen día para llegar y celebrar lo que repiten una y otra vez las palabras de los comentaristas y las acciones de la roja: 4-0 contra Italia y qué noche fantástica para España, dicen,
Aquí es mediodía y los latinos brincan. Todos bailamos. Estos comentaristas de fútbol y sus lejanas expresiones me hacen ver a España como todos ansiamos; desde la hombría de una extraña mezcla de presente y pasado, gloria e hidalguía: Los nobles jugadores españoles se contracturan, se desgarran; elevan la pestaña y vuelven la vista al piso antes de empujar la pelota que resulta ser llamada la doncella, la pecosa.... Y me olvido de ese horrible nombre "el esférico",... ¡Que el mundo lo sepa! Dicen. Que todavía no ha nacido un equipo en el mundo que pueda ganar a España, que esto no lo había conseguido nadie. Dos copas de Europa y una Copa Mundial, así, seguidito...
Que lo sepamos nosotros. Que juntos, podemos. Hasta que la pelota nos convoque, añaden, no tengan temor en ser felices. Qué día fantástico; digámoslo. Somos grandes cuando no nos empequeñecemos, cuando miramos lo general desde la bandera, el sentimiento común, ese que nos hace falta para avanzar como país.
Publicado el 02/7/2012 a las 02:45
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