Creo que esta foto representa muy bien para algunos la vuelta del verano. Depresión postvacacional, ajjjjjjjjj, ¡Estoy cansada de leer (bueno, que no lo leo; más bien el verlo ya me da pereza) cosas sobre lo mismo todos los días! Ale, a los alicaídos, a los deprimidos después de las vacaciones, aquí les dejo una imagen. Son mis pies, con esas cangrejeras de plástico de Melissa, envueltas en piel de melocotón.
Las escaleras hacia abajo....
Pero con algo que está a medio camino entre el espumillón de la Navidad y el recuerdo del verde de los jardines de verano en los peldaños. ¡Cómo me gustan esas mezclas locas!
Sí, la vuelta del verano. Disfruté leyendo el blog de mi amiga Isabel de Liquidámbar, una de nuestras mejores paisajistas, que además, como a tantos blogueros, le gusta reflexionar...
La vida empieza hoy. Siempre hoy. Cada día.
Siguiendo con el paisajismo y los frutos de la huerta... ¿Por qué la gente tiene cara de acelga siempre que vuelve de vacaciones?
Otros no regresaron, se quedaron en un avión. Dolor.
¿Por qué en el regreso al trabajo una persona arruga la cara como si fuera una patata abandonada a su ser de tubérculo? Están los que no tienen trabajo del que protestar, ni se fueron, ni regresan por tanto, pero aún presentan mejor ánimo... ¡Un trabajo para ellos!
La vida es lo que ocurre cuando regresamos. Es más, la vida es lo que ocurre cuando volvemos, y seguimos aquí.
Saber volver.
Inquietud quieta.
Este es el privilegio sólo reservado a los que saben vivir, también, cuando no están de vacaciones.
Publicado el 05/9/2008 a las 17:30
Etiquetas: Actualidad. Vida Cotidiana.
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