Mueren mujeres en España; Salen los números a relucir como si el horror también tuviera que cuantificarse; y eso no es posible. El horror, como la paz o la bondad no se cuantifica... Pero siempre, después de mencionar la barbarie, vienen las cifras en televisión. Ya sea sobre los accidentes de tráfico o el maltrato de género, siempre se comenta "tres más, diez más, uno menos... que en el mismo periodo el año pasado..." Yo, entonces, siempre me acuerdo de los familiares de todos ellos, los del año en curso y los del pasado, que el dolor no se va nunca; es más, se debe magnificar de tal forma cuando lo encierra una estadística que tiene de ser difícil de soportar. Ahora la noticia es que estamos batiendo el récord en vandalismo y en un solo día han muerto 4 (esta vez son cuatro) mujeres en manos de sus parejas o sus maridos...
Ocurre todo esto unas horas después de que José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy hayan paseado sus corbatas en un plató de televisión. El haber conseguido que se produzca un diálogo ya ha sido positivo, sin embargo horas después, nos desinflamos viendo que los cuadros se trucan y hay cosas de las que no se hablan, como del maltrato a las mujeres y el dinero que se tiene que designar para que esta lacra social se difumine como el humo del puro del asesino.
Pareciera como si Lorenzo MIlà, en TVE1, hubiera intuido el envite de los dialogantes; magnífico resumen su corbata en diagonal; por igual rojo, por igual, azul. Tal vez fue una coincidencia. Pero lo demás no. Los asesores de imagen, los miles de asesores e intermediarios de todo tipo de un lado y otro de la mesa han sido, por desgracia, los auténticos protagonistas de un debate escenificado. Rajoy hace un guiño al rojo, y Zapatero, al azul. Y esta España, no se dan cuenta de que quiere tener más colores porque es multicolor, en talento y diversidad... Por eso eché de menos la paleta cromática de cualquier pintor.
Termino hablando del escritor chino Gao Xingjian-y Premio Nobel del año 2000- porque visita Madrid con su obra de Teatro"Al borde de la vida". No le preocupa China -dice- lo que le preocupa es el porvenir del pensamiento en Europa. Y lo que más, la mujer. Estamos viviendo -dice, vaya coincidencia sus palabras- una especie de duelo, de guerra, entre hombres y mujeres. En la Obra que acaba de terminar, "Balada Nocturna" continúa con el tema de la angustia femenina. Él, dice, en su obra, deja oír el grito de la mujer en su llamada hacia ese mundo masculino. ¿Qué tal les vendría ir al teatro a los candidatos? Igual que van a factorías de todo tipo y se ponen la bata de turno, o el gorro, digo yo que, ir al teatro, también estaría bien. Y así, además, apoyan la cultura como tiene que ser, pagando el precio de la butaca.