Almudena Solana

  Llovió en Buenos Aires. La lluvia es vida porque esconde rabia y alegría a la vez. Es jolgorio y prosperidad. No me importa que llueva. El último día de la feria, se decían, el único en el que llovió. Fue un gusto.

Deseaban el frío en Buenos Aires, y llegó. Llegó la estación que le corresponde al Hemisferio Sur.

Pascual, fotógrafo de la Agencia Nacional de Noticias de Argentina, TELAM, dispara fotos antes de la entrevista con Mercedes. Estamos frente al Hotel Castelar de la ciudad, allí donde se alojó Lorca unos meses, en la habitación 704, cuando se representaba su obra en el Teatro que está a la vuelta de la esquina. 1934.

En estos días he conocido estaciones nuevas. He comprobado algo tan sorprendente como que puede haber luz del otoño en un día de verano. ¿Cómo olvidar esa extraña mezcla?

En el regreso, cruzo de nuevo el mar y ya estoy aquí, en el Hemisferio de siempre, aunque columpiándome  en las horas porque mi cabeza no sabe dónde está.

La entrevista en el diario ABC ha traído una de esas bonitas historias que encierra el mundo cibernético que nos creemos tan frío... En la red hay mucho calor y lenguaje directo... Así coincidí con Magia y, a través de ella, incluso con otros blogs como el de Dsdmona y supe que nació un niño que se llama Carlos... en estos días que tenemos tanta pena por la muerte de Mario Benedetti. Hay mucho lector en la red. Y mucho librero, o aún más que eso, mucho "devorador" de libros. No he encontrado mejor resumen de mi última novela que el que hace Miguel Ángel Gómez Juárez . No te pierdas visitar su cabeza, su página, ¡tan recomendable! Bueno, adiós, hasta pronto.... ¡A prepararse para la Feria del Libro de Madrid, que se acerca...! ¡Os espero!

Apenas llegué a Buenos Aires. Me traen las palabras a la Feria del Libro. Y palabras son lo único que he visto en estas primeras horas... He visto y he escuchado. Porque este país está lleno de palabras, de soñadores, de fantasmas... Me dice un representante de deportistas con quien coincidí en el vuelo. "La gente de este país, para protestar, lo más que hace es la cacerolada; salen a la calle a dar mazazos a las cazuelas y estropean así la única que tienen en casa; ¡son estúpidos!", concluye.

Ojalá ese fuera el significado de la estupidez en este país que hoy cierra las listas de candidatos electorales. Si ellos, los que estropean la única cazuela que tienen son los estúpidos, ¿quiénes son los listos?, ¿esos que besan y abrazan y ni besan ni abrazan? Y me creo que también yo veo molinos de viento, o veo doble porque me encuentro con Néstor Kirchner en Telefe y no se sabe aún si es un ex o es un futurible o simplemente consorte de... ¡La vida es un lío! Entiendo mejor el único sonido de una cazuela golpeada. El sonido, que también es lenguaje.

Acá se habla mucho. Este acá que ya caló en mi... Sí, se habla mucho, y las palabras, tan suaves, se cuelan por los labios de la gente con la suavidad de un visillo ante la brisa. Acostumbrada a nuestra forma de hablar, tan tajante como el portazo de una puerta, me columpio en el visillo y hablo... yo también.

Hola Buenos Aires, hablemos en la Feria del Libro. Aquí estoy. Un honor compartir conversación (lunes 11 de mayo, a las 19 horas, Feria del Libro, Buenos Aires) llena de palabras y sueños con la escritora argentina Claudia Piñeiro con quien hoy compartiré mantel y paseo por unos de los espacios que bien podrían corresponder al paisanaje de "Las viudas de los jueves".

"La importancia de los peces fluorescentes" y yo hemos cruzado el charco, y el Hemisferio... Empieza el invierno y nada es lo que parece porque es elevado el calor... ¿Para cuándo la polera? Preguntan al hombre del tiempo...Los peces están en otras aguas, tan felices como yo en este lugar del mundo lleno de personas que hablan y leen, y no dejan de leer.

 

Ana María Matute me dejó estas letras. Fue el día de la presentación de mi primera novela "El Curriculum de Aurora Ortiz", en Barcelona. Me abrazó con la fuerza que no tienen las personas de pelo blanco. Es así el abrazo de los grandes, que son siempre los más generosos. El abrazo de los seres bambú; fuertes, y ligeros a la vez.

No hay muchos seres bambú y yo, tengo la suerte de conocer a algunos... Recordó conmigo Ana María Matute la alegría de cuando vio impresa su primera novela, muchos años atrás.

Ahora descubro que cuando se produce el milagro y una novela tuya se independiza y se va a la calle a buscar abrazos de los lectores, llega siempre la ilusión de la primera vez. De ahí la magia de la escritura.

Porque es

El primer beso, el primer baño sin flotador, el primer día de colegio, el primer cuento, el primer dibujo, la primera película para mayores, la primera palabra, el primer amigo del colegio...  o aquel primer abrazo de Ana María Matute, que comparto desde aquí.

 

Con este cuadro tan bonito de Armisén, una artista que conocí gracias a Isabel... Te miro y te digo que

estoy

contenta.

Y gorda. Ancha de felicidad; como si hubiera perdido la cintura; como si sacar a la luz la tercera novela fuera, otra vez, parir.

Estoy feliz. Y lo comparto contigo, que estás de viaje por aquí.

Sí, te miro y te digo que "La importancia de los peces fluorescentes" es, de verdad, importante para mí. Si quieres, puedes leer el primer capítulo de la novela y conocer cuándo va a ser la presentación. ¡Todos invitados! Ya os diré. Aún falta. Por el momento, puedes acceder a él desde la página de mi editorial, SUMA.

Llegan a la calle los peces fluorescentes, el 18 de marzo,  y, tal vez será porque, como no soy imparcial, los veo necesarios. Veo necesaria la luz, el color. Igual que la mayoría espera ardientemente la primavera... Yo espero mis peces.

Gracias por esperarlos también con ganas.

¿De qué va? Me preguntas. Pues... Gente que no puede dormir. ¿Puedes dormir? Es la historia en la que he estado trabajando seis años... Los insomnes se mezclan con los que no quieren acostarse. Después, la vigilia unirá dos mundos: Madrid y Los Ángeles. De la ciudad de los insomnes  a la ciudad los sueños... Noche. Noche oscura. Hasta que llegan los peces... de colores.

¡Ay! ¡Que tengo contracciones...! Dentro de lo que cabe... No es tan disparatado romper aguas y que... aparezcan nadando unos peces, preciosos. Ni rosas bebé ni azules bebé... ¡De fluorescente color!

 

Aún con la memoria puesta en la magnífica exposición de Helena Almeida, me preparo para perderme por ARCO y así, entre imágenes, descansar de palabras. Y del teclado. Las imágenes llegan con el final de mi tercera novela "La importancia de los peces fluorescentes" que aparecerá en marzo. Ya hablaremos de eso.

Yo quería comentar contigo un artículo que leí en un trayecto de avión y guardé en un libro de George Perec, "Las cosas". Desdoblo para ti este artículo que ha vuelto a mis manos, es una entrevista al filósofo Gustavo Bueno. Si quieres leerla, pincha aquí.

Él dice que en este país hay miedo a pensar... Es verdad que en un mundo de apariencias, los que dicen algo (algo propio me refiero)  pasan a ser enemigos, pasan a ser seres incómodos para el resto... ¿Estás de acuerdo?

Nunca he tenido miedo a pensar. Por eso hay veces que me aburre y me apena ver al ser humano (complejo, maravilloso) como un perrito hortera de muelles, de esos que llevan algunos coches por detrás; con el movimiento automático, la pequeña bestia de plástico responde al muelle y parece que sólo saben decir sí, sí, sí...

No hablemos más de crisis por favor. No nos excusemos en ella. No repitamos lo que dice la radio, lo que dice el experto, lo que repite el charlatán,...  Shssss silencio. Pensemos. Pensemos lo que pensamos nosotros. No tengamos miedo a pensar.